martes, 20 de abril de 2010

lunes, 19 de abril de 2010

NORMAN... "El Jefe"

A ti, 
el Norman, su Norman, mi Norman...
A ti presencia sutil, constante,
a ti...
Amor, amistad...
A ti, en esta inmensa ausencia...
A ti...su perro, mi perro...
A ti, a quien vamos a extrañar tanto...tanto.
A ti que nos dejaste tan llenos de ti, tan faltos de ti....
A ti mi Norman.
(2000-2010)


jueves, 1 de abril de 2010

Tiempo que se perdió, que se me perdió.


He olvidado los cumpleaños de las amigas,
los momentos y las fechas importantes,
las palabras justas,
los lentos tiempos de las letras,
del sabor y del sentido.
He olvidado que en la vida hay que hacer espacio, 
robar momentos para estar dentro, 
para salir afuera.
He olvidado que la vida, para ser vida, tiene simplemente que vivirse...
encontrar tiempo para sentirse.

No sé bien qué pasó, no sé qué me pasó...

(Cristina)
Quizá sea que mi abuela finalmente murió, 
y que con ella y con su lenta despedida nos adormilamos todos un poco.
Quizá sea que al final nos desgastamos sin siquiera darnos cuenta de cuánto y cuan hondo nos tocaba su despedida, cuan huérfana se nos quedaba la familia, qué perdidas teníamos las almas.

(Kat)
Quizá sea que hace seis años llegó un niña, una de esas a las que les brilla el ojo de purita inocencia, de verdad. Había que cuidarla (nos tocaba) y no supimos, no pudimos. Quizá sea que se nos fue una mujer grande, una que, a diferencia de nosotros, sabe de cuidado, que nos cuida y se cuida (ojalá la vida nos diera más como ella, mas mujeres-niñas...el mundo sería otro. El mundo podría empezar a ser...mundo). Pero lo cierto es que se nos fue, que no supimos, no pudimos y se nos fue.

Quizá es simplemente que este ha sido tiempo de lágrimas secas,
mudas y que no hubo espacio para mucho más que para decir adiós y morirnos un poco.

Tal vez fue que el doloroso darme cuenta (entre risas, público y ridículo)
de mis absurdos intentos por estar, por hacer, por esforzarme en dar de más no son más que eso: absurdos intentos; me dejo más dolida de lo que jamas pensé.

Quizá es sólo que los días, los años y los meses pasan,
que los años vuelan, que la vida pasa y yo no termino de encontrarme,
de saber mi forma, de encontrar sentidos.

Quizá es el año del tigre y su energía tan extraña, tan ajena y tan violenta.
Las noches largas, las mañanas frías, 
las ingratas miradas o tanta mentira.
Quizá es esta desilusión que no se acaba.

No sé, no lo sé.
Lo cierto es que perdí los cumpleaños de las amigas,
las fechas y los momentos importantes,
las palabras justas y ciertas,
mi forma y mi nombre...
quizá es que la violencia me calló encima y yo no sé en dónde esconderme. 

Quizá...