Hay miradas que duelen, que marcan, que señalan, que hieren, miradas que sin que tenga uno mucho que decir o reclamar, entran hondo y cortan. Miradas que por duras se quedan selladas, tatuadas en el alma, miradas que nos atrapan y como fotografía aparecen una y otra vez, como queriendo que no se olviden...y lo logran, porque esas miradas duras no se olvidan, son miradas que matan como dicen por ahí, que matan de a poquito...como veneno suave que entra a la sangre y nos roba la vida despacito. Casi siempre son miradas amadas, miradas queridas: pero es que entre el amor y el odio, también dicen, solo hay un paso, un instante, un movimiento breve.
Ayer los ojos de alguien se me quedaron dentro, y hoy no dejan de doler...ayer una mirada fracturo mi alma, y hoy no deja de doler...ayer se me murió un poquito el corazón, y hoy no deja de doler...
lunes, 28 de abril de 2008
miércoles, 16 de abril de 2008
Por momentos uno sospecha que la paz ha llegado, que la guerra termino, que el camino andado y peleado ha encontrado finalmente sombra debajo de un árbol...pero no siempre es así, la vida no es así, cuando algo termina ya empieza un algo más; cuando algo se alcanza hay que volver a empezar, es la única forma de mantenerse con vida, de mantenerse en la vida.
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