miércoles, 30 de enero de 2008

No se me olvido...

No, no se me olvido este espacio....no hay forma de olvidar...es sólo que me dí un momento para decidir si continuar o no aquí, si era tiempo de salir corriendo, de volver al abrazador silencio, al espacio quieto de mi mente, a mis cuadernos viejos, a mis letras calladas.
A veces me asusta este espacio, a veces me asusta hablar, decir, a veces me duele....hablo bajito cuando hablo de mi, cuando le digo a alguien lo que siento, cuando salgo al mundo a mostrar algo más que lo que la teoría me enseña...si, hablo bajito, me trabo y hasta tartamudeo y sudo como una loca... y esta voz baja me ha dolido. "Más fuerte" me han dicho y entonces no quiero más que callarme.
Cuando escribo en cambio, mi voz sube y soy capaz de decir con más fuerza, pero entonces me leo tiempo después y el pudor me invade y no quiero saberme más, mostrarme más. Es entonces quizá el reconocimiento de todas estas dificultades lo que me hace volver....si algo me cuesta me sostengo, sé caminar contra corriente, sé andar a pesar de los pronósticos, conozco de la adversidad y pararme sobre ella me regresa la fuerza que ha ratos siento perdida. Vuelvo entonces porque me cuesta, vuelvo porque me asusta, vuelvo porque estoy en busca de un sentido, vuelvo porque necesito aprender a moverme, a creer, a subir mi voz sosteniendo mi volúmen, mi forma, mi torpeza. Vuelvo también porque sigo creyendo que nos hace falta mirar, mirar despacio, mirar ahí en donde no solemos mirar o en donde no queremos mirar...vuelvo porque creo que nos falta mirarnos y no puedo invitar a mirar si no me muestro, si no saco mis ojos del silencio, si no soy capaz de invitarnos a hacer un alto, a mirar los tonos, los colores, las sombras, los miedos, las vergüenzas, las diferencias poniendo a la luz mis tonos, mis colores, mis sombras, mis miedos, mis vergüenzas....vuelvo porque para invitar a relacionarnos tengo que relacionarme a pesar de mis dificultades y con ellas por delante.

viernes, 4 de enero de 2008

FUMAR O NO FUMAR...

Cada decisión que tomamos, por grande o pequeña que parezca, pensada o no tanto.... cada paso, cada momento en el que nos detenemos o no, cada palabra dicha o escondida, silenciada... cada mañana cuando salimos de la cama o incluso si no salimos de ella y nos quedamos ahí metidos por culpa del frío, del miedo, o de la tristeza que viene disfrazada de "no tengo ganas de nada"... cada vez que entramos a la cocina y pensamos ¿café? ¿un té caliente?¿ un jugo de naranja o un agua de limón con chía? ¿una copa de vino o una cerveza fría? ¿carne, pollo, pescado o de plano puras verduritas? ... cada libro que elegimos abrir o que regresamos al librero, al buró o a esa esquina junto al sillón en la que no parece caber uno más, cada disco que ponemos, cada canción en la que nos detenemos o a la que ni siquiera atendemos... cada compromiso que cumplimos o cada uno de esos de los que nos escapamos con cualquier pretexto barato y recién sacado directito de la manga... cada beso, cada encuentro, cada letra que dejamos escrita o cada una de las miles que borramos en un ataque de pudor o de autocrítica... cada decisión, cada momento, cada noche, cada lágrima y todas las carcajadas, cada pleito en el que nos montamos o esos que pasamos de largo con tal de no perder un buen rato. Todo y cada una de las cosas que hacemos o dejamos de hacer, todo nos va haciendo, nos define, nos marca, nos cambia la vida... cada paso nos cambia la vida, lo veamos o no, nos hace unos nuevos, nos convierte en eso que somos y nos arrebata eso que podríamos haber sido. Y así es como nos vamos haciendo y deshaciendo, así se teje el destino, el nuestro, el que conscientes o no nos dibujamos cada día, cada instante...

jueves, 3 de enero de 2008

El mundo no es como "debería" de ser, no funciona de acuerdo al manual de Carreño ni a los deberías dictados por cada una de las muchas religiones, tampoco de acuerdo a los códigos morales de cada país, de cada grupo, de cada clan, ni siquiera de acuerdo a las famosas leyes naturales o a las millones de éticas escritas...no, el mundo no es como "debería" de ser.
El mundo tampoco es siempre como quisiéramos que fuera el mundo, como lo soñamos o lo deseamos, como nos contaron que sería ni funciona tampoco como esperaríamos que funcionara para vivir en paz y sin ansiedad, sin dolor, sin contradicciones, sin esfuerzos, sin luchas grandes y chiquitas.
No, el mundo no es como "debería" de ser y tampoco es siempre como quisiéramos que fuera, el mundo es como es, el mundo es como lo vamos construyendo, como lo vamos habitando...el mundo es el mundo...y sólo podemos elegir cómo es que queremos vivir en él.