lunes, 26 de noviembre de 2007


A ratos ocurre que sencillamente perdemos el centro y nos sentimos perdidos, confusos, asustados. El mundo parece extraño entonces, ajeno y lejano, como si no pudiéramos atrapar la vida con las manos o como si nuestros ojos se hubieran nublado de un instante al otro y entonces no somos capaces de mirar nada, de sentir claro, de entender algo...
si, ha ratos perdemos el centro.
Las razones son miles: un sentir que nos toma por sorpresa, una noticia que nos golpea, la cobardía que sube el tono y nos baña de miedo, la soberbia que nos deja ciegos y nos impide mirar con honestidad al otro, una vieja herida que se abre, un sueño que se rompe, la vida que nos arrebata un instante...
Cuando eso ocurre, es la mirada de los otros la que me trae de regreso a mi, la que me para en seco y me devuelve el centro....

lunes, 19 de noviembre de 2007

Extranjera...


Hay días en los que me entra una profunda sensación de extrañeza, de ser ajena, de estar lejos, de no hallarme nunca en casa, de no lograr ser parte; a veces se me endurece la marcianitud y me invade el pudor. Nunca sé a ciencia cierta lo que lo provoca, lo que lo dispara: puede ser una mirada, un comentario rápido, un instante en el que el mundo se me viene encima y sólo deseo salir corriendo, meterme en una coladera y guardar mi rostro del mundo...a veces, como hoy, veo mi blog y entonces me dan ganas de borrarlo todo, de no dejar huella...
Pero soy necia, entonces insisto, no sólo no lo borro sino que me confieso: hay días como hoy en los que algo se detona en mi, días en los que una vieja herida se abre, días en los que un comentario rápido y aparentemente sin importancia, una mirada, un instante que se me viene encima como pesadilla, me endurecen la marcianitud. Si, hay días como hoy en los que simplemente me duele ser...