jueves, 15 de mayo de 2008

¡FELICIDADES!

A esos mis maestros que con sus ojos me enseñan, que con sus lágrimas me hacen fuerte, que con su sonrisa me sostienen, a esos mis maestros de los que mirando aprendo, a esos cuyas miradas me regalan tantos mundos, tantas formas, tantos colores y razones. A mis maestros marcianos que siendo de otro mundo me enseñan lo humano y también lo que no se puede tocar, eso en lo que sólo es posible creer, a esos mis maestros que vuelan y junto al viento me bañan de su saber. A mis maestros terrícolas, esos que están bien parados, arraigados, esos que saben lo que quieren porque miran las cosas simples que en realidad hacen el cada día. A mis maestros mosaico que con su mirada me regalan todos los mundos y ninguno, esos que dominan miles de idiomas y generan uno nuevo de la mezcla, uno que nos incluye a todos, que se atreven a moverse y adaptarse una y mil veces, que siendo ciudadanos del mundo me enseñan a sentirme parte. A mis maestros que vienen en camino y que con la sola promesa de su llegada, ya me enseñan del amor y la entrega, me enseñan la vida. A esos que apenas balbucean y me regalan lo importante, lo fundamental con su sola mirada. A los de las letras y los libros. A los del amor y el dolor. A los que son locos y que con su locura me enseñan a soñar. Y a ti... mi Maestro que eres todos, a ti en dónde mi herida encontró luz.
¡GRACIAS!